Un árbitro y un futbolista agricultor

Y mi tercer encargo, entregado el sábado para comérsela el domingo. Me la encargó Luisa, compañera de trabajo y la persona más sonriente que conozco, ¡gracias guapísima por confiar en mi!

La tarta era para el cumpleaños de dos amigos, Pepe y Antonio, los dos muy fuboleros. A Pepe le encanta el arbitraje, y Antonio tiene una huerta que, en palabras de Luisa, «se puede comer en el suelo de lo cuidada que la tiene». Pero también le encanta el fútbol e incluso tiene su propio equipo, patrocinado por su empresa. Lo primero que me vino a la mente con esta información fue hacer un campo de fútbol con un huerto en medio y al árbitro sacando tarjeta roja al futbolista agricultor, que se hace el sorprendido.

A Luisa le gustó la idea y me puse manos a la obra, empezando con los modelados una semana antes para que secaran bien. Me ha dado la lata una pierna de Antonio, que insistía en querer despegarse del cuerpo, jejeje, Luisa, espero que lo pudieras arreglar al poner los muñecos encima. Están hechos en pasta de modelar de azúcar, harina y mantequilla, igual que las verduritas del huerto. La ‘tierra’ es raspadura de un bizcocho de chocolate.

Con las fotos que me envió Luisa traté de personalizar las caras, imitando algunos rasgos y el pelo de cada cumpleañero, y aunque no pretendo hacerles iguales ni mucho menos, que no tengo yo mano para eso, creo que se le dan un cierto aire. Las gafas las hice con alambre. Os dejo fotos de los dos, interactuando, y de detalle de las caras:

Traté de hacer un efecto césped con una boquilla de estrella, pinchando en ángulo de 45º, pero no quedó como esperaba, no sobresalía demasiado. Y para que no quedara sosilla por los laterales, le puse un filo de hierba abajo y balones de fútbol en fondant y pintados a mano en los lados.

La tarta era de bizcocho de buttermilk, bien jugosito y bañado además con almíbar de chocolate, relleno con ganaches de chocolate negro y blanco y cubierta de fondant Credipaste.

¡Espero que la tarta sorprendiera y gustara a los cumpleañeros y a todos los invitados!

Un violinista muy especial

Alejandro celebró el pasado sábado su 23 cumpleaños junto a su familia. Su madre, Gemma, me hizo mi primer encargo, una tarta para esta celebración, y por lo que me ha contado les gustó mucho. Cuando me llamó respiré aliviada y me dió un subidón de alegría. La responsabilidad es para mi muy grande y quiero que las tartas no sólo tengan el toque diferente y original de la decoración personalizada en fondant, sino tambien, y esto es muy importante, ¡que estén buenas! Una tarta vistosa pero reseca o empalagosa no es una buena tarta, en mi opinión.

Gemma me contó que Alejandro es un chico genial, muy buena persona, inteligente, deportista, cariñoso… Toca el violín y le gustan los animales y los niños pequeños. No me extraña que sea una persona así con los padres que tiene, que valen su peso en oro.

Con esta información empecé a darle vueltas al coco, a ver qué diseño hacer. Tenía claro que quería un violín y barajé la posibilidad de que toda la tarta tuviera la forma del instrumento, pero Gemma prefería modelados. Así que me puse manos a la obra para modelar a Alejandro (a ciegas porque no había visto ni una foto suya) tocando el violín. Y fue un reto, porque la postura de los brazos, el violín tan pequeño y no digamos ya el arco… no fueron fáciles. Y aunque no quedó exactamente como quería, parece que Alejandro y a su madre les gustó mucho y hasta le perdonaron la vida, jajaja! Alejandro iba ‘arreglao pero informal’, con corbata pero con zapatillas deportivas, ya que le gusta practicar deporte.

La tarta era un bizcocho de chocolate negro con almíbar saborizado de chocolate y tres rellenos: ganache de chocolate negro, ganache de chocolate blanco con fresas y mermelada de frambuesa. Está cubierto con fondant Credipaste y los modelados están hecho en pasta de azúcar con harina y mantequilla.

Y aquí os presento a Alejandro, inspirado tocando el violín:

Como a Alejandro le gustan los animales, le acompañé encima de la tarta, que estaba muy solo el pobre, con un gatito y un perrito. El gato también fue indultado.

Y en los laterales useé dos técnicas diferentes: pinté a mano notas y símbolos musicales, así como motivos deportivos (un balón de fútbol, uno de baloncesto y una raqueta y una pelota de tenis) y en técnica puzzle, con trozos de fondant, cuatro niños escuchándole tocar encantados. Me faltó tiempo para darles más detalles, tenía dos encargos más y no daba abasto.

Y finalmente, puse su nombre en fondant con unos cortadores de letras funky en color rojo, su favorito, muy chulos, estrenados para la ocasión, y su edad, también en fondant.

De nuevo, gracias Gemma por el encargo y la confianza, ¡te quiero mucho! ¡Y muchas felicidades, Alejandro!

La ‘pelona’ ya tiene pelo

El otro día escribí un post sobre una niña con tres cabezas, sí, un poco gore, como me dijeron en el Foro Cocinando con el Alma (jijiji), pero no es que la muñeca llevara las tres cabezas a la vez, noooooo… Es que son intercambiables.

Os pedí vuestra opinión sobre la que más os gustaba y os lo agradezco!  Mi preferida siempre ha sido la segunda, la ‘pelona’, por su expresión, y tenía como tarea pendiente ponerle pelo: ya lo tiene! A ver qué os parece así:

¿A que ahora está mejor? Gracias por leerme!

Tarta multiusos

Hace un par de semanas, mientras preparaba la tarta ‘pechotes’ para mi cuñado, se me ocurrió hacer una tarta de dos pisos para comunión. Pero como entre lo que una piensa y lo que una hace después va un trecho en muchas ocasiones -y en esta así fue-, lo que salió fue algo muy distinto. O bueno, no tanto.

Hice dos bizcochos genoveses bien altos y los rellené de ganache de chocolate y crema de toffee, los cubrí de fondant Credipaste levemente teñido de marfil (tan levemente que no se nota, jajaja, lástima de tiempo que me tiré amasando el fondant con el colorante) y los dejé en la nevera.

Por cierto, que mucha gente dice que no se puede meter el fondant en el frigo y yo no he tenido ningún problema, al menos con el Credipaste y con el Funcakes, ni ha ‘sudado’ ni se ha puesto raro nunca, ni dentro ni al sacarlo del frigo. Veremos cuando empiece a hacer más calor aquí en Almería lo que pasa al sacarlo de la nevera.

Al lío, que me voy por los cerros de Úbeda. Y cuando volví el fin de semana pensé: «en esta tarta voy a hacer experimentos con glasa real», esa gran temida en mi casa porque lleva clara de huevo cruda y con la alergia de Jaime me da yuyu trastear con ella.

La receta es muy básica: 1 clara de huevo, 250 gr. (aproximadamente) de azúcar glass y unas gotas de zumo de limón. Se bate todo a mano y hay varios ‘puntos’ o consistencia de la glasa en función de para qué se quiera utilizar.

Yo quería hacer unas flores para los bordes de mi tarta de dos pisos, y desde luego no me salió nada¡ ni remotamente parecido! Tengo que investigar si es que no estaba suficientemente dura la glasa o que simplemente soy torpe, jeje. También hice una guirnalda y unas perlitas, que éstas últimas sí me gustó como quedaron y pienso repetirlas para tartas de este tipo.

Y como no tenía muy claro qué tipo de decoración era ésta, me lié a echar fotos con distintos modelos de topper, y aquí va el primero, que ya conocéis a mi bebé pelona. Por cierto, que hoy mismo le he puesto pelo, cuando le haga una foto la subo para que veáis la diferencia. Esta podría ser una tarta, por ejemplo, para un primer cumpleaños o un bautizo:

Pero no me acaba de convencer porque la veo demasiado poco infantil.

Abajo un detalle de las decoraciones en glasa blanca,en la que se aprecia el pulso parkinsoniano que tengo y que las ‘flores’ de glasa no parecen flores ni de lejos:

Después probé otro posible modelo de bautizo o primer cumpleaños, con un zapatito que hice hace ya un mes en fondant de miel con cmc, un producto que hace que se endurezca el fondan:

Por fin, la supuesta tarta de comunión, para la que me pega más este tipo de decoración, clásica y sobria. Para ésta hice un topper de cruz con glasa real:

Y el último modelo, una tarta de cumpleaños para una princesita, con su tiara de glasa real. Real porque le llaman así a la glasa, no porque sea una diadema de princesa, jeje!

Y para terminar, la tiara con más detalle:

No me digáis que no están bien aprovechadas las dos tartas, jajaja!

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Modelado de bebé-niña

Hola de nuevo, estoy que no paro de subir cosas, jeje! Tengo una carpeta llenita de fotos de estos tres años que llevo haciendo cosillas y de todo lo que estoy haciendo en los últimos meses, cuando me he arrancado a hacer más modelados y probar nuevas recetas de bizcochos, rellenos, pastas de azúcar y técnicas de decoración.

Después del estupendo curso del foro Cocinando con el alma del que os hablaba en el anterior post, me quedó un ‘monazo’ de modelar impresionante y no pude resistirme: me puse a hacer otro muñequito que tenía muchas ganas de modelar después de haber visto las figuras tan perfectas, tiernas, limpias y preciosas que hace Carlos Lischetti carloslischetti.blogspot.com/).

El bebé tan precioso que tiene en su blog me dio la idea de hacer una bebé/niña, variando la cabeza. También he cambiado los colores y el juguete, un osito en lugar de un peluche de un dragón, que era bastante más difícil (cuanto más pequeña la figura, más cuesta). Los modelados están hechos en la pasta de Lourdes, en otro post pondré la receta si me da su permiso para compartirla.

He hecho tres cabezas, para practicar. Con la primera no me quedé demasido contenta, al añadir el pelo salió muy cabezona, jejeje!

Así que hice una segunda más discreta de tamaño y que ha quedado mejor formada, me falta darle unas pinceladas al pelo pintado para darle mayor realismo pero no he tenido tiempo.

Y la tercera es una niña más mayorcita, rubia, con coletas y muy coqueta ella:

Para terminar os dejo un detalle del osito, que me encanta:

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