Después de semanas de sequía, he tenido un encargo, y me ha hecho mucha ilusión porque es una tarta muy especial, para una mujer que se llama Blanca y que tiene una granja de gallinas. Me la encargó su hija, también Blanca, compañera de trabajo mía. En cuanto me dijo a qué se dedica su madre me vino a la cabeza la imagen de una gallina con sus dos polluelo (tiene dos hijos).
Hice una búsqueda por Internet para inspirarme y me encantó la idea de hacer una gallina regordeta y simpática, casi redonda, con cara de tranquilidad y con dos pequeños pollitos, cada uno a un lado. Este fue el resultado:
Horneé un bizcocho normal en molde redondo y otro en un molde cóncavo, ambos de brownie de chocolate negro, los torneé para darle la forma de la gallina, los rellené de una capa de ganache de chocolate negro y otra de chocolate blanco cada uno y los monté como si fuera una tarta de dos pisos.
Hice un primer intento de montar los dos bizcochos juntos pero el peso hacía que se saliera el relleno, ya que además aún hace bastante calor para que aguante bien la ganache. Así que monté el primer bizcocho y le puse tres pilares, encima un cartón de repostería con el otro bizcocho y un palo de brocheta atravesando el conjunto. Así el resultado fue mucho mejor y más estable.
La parte superior está hecha con bizcocho mezclado con ganache, como la masa de los chocochups.
La gallina la cubrí con fondant de miel mezclado con fondant Regalice, que la verdad no me gustó demasiado porque estaba blandísimo y tuve que echarle azúcar glass y Gum Tex para endurecerlo. Todos los detalles de la gallina (cresta, patas, alas, cola, pico, ojos…) están hechos también con esta mezcla de fondants y Gum Tex, igual que los pollitos.
Por lo que me ha dicho Blanca y por lo que he visto en Facebook, la tarta fue un éxito, así que estoy muy contenta. ¡Gracias por el encargo, Blanca!
¡Gracias por leerme, besos!
dulcideas 